domingo, 7 de julio de 2024

Cinco buenas prácticas para mejorar la calidad de las decisiones que toma

Una responsabilidad ineludible de todo líder es tomar decisiones.  No tomar decisiones es una señal de fracaso de nuestro liderazgo. Aunque ello entraña un riesgo constante de fracaso, conforme tomamos una decisión tras otra mejora gradualmente la calidad y eficacia de estas se perfecciona y, por ende, aumenta nuestro desempeño como líderes y el del equipo que nos ha sido confiado. 

Pero ¿Cómo podemos aprender a tomar mejores decisiones cada día?

Hay por lo menos cinco maneras en que podemos mejorar en este importante aspecto de nuestro ejercicio como líderes saludables y productivos:

1. NO TOME DECISIONES CUANDO ESTE FATIGADO.

La fatiga por tomar decisiones se refiere al fenómeno que ocurre cuando la calidad de nuestras decisiones se degrada después de una larga serie de decisiones sucesivas. Cuando se enfrente a una decisión importante, tómela cuando esté más reabastecido en alma, espíritu y cuerpo, generalmente por la mañana (aunque los noctámbulos pueden tomar mejores decisiones por la noche).

Cuatro indicadores de que sus decisiones pueden estar siendo afectadas por su fatiga son las siguientes:

a)      a) Toma decisiones rápidas e impulsivas de las que luego te arrepientes. Esto sucede porque quiere sacar rápidamente una cosa más de tu plato y la decisión rápida parece resolver el problema. Sin embargo, el verdadero problema puede ser tomar la decisión demasiado rápido sin la información suficiente para tomar la mejor decisión.

b)      b) Retrasa innecesariamente las decisiones. Este es el contrapunto a la decisión impulsiva. Cuando nos cansamos mentalmente, podemos posponer fácilmente una decisión que debemos tomar ahora. A veces movía un correo electrónico a otra carpeta que aún requería una decisión de mi parte que podría haber tomado fácilmente en ese momento. Al hacerlo, de hecho, dupliqué el tiempo que dediqué a tomar la decisión porque todavía tenía que leer el correo electrónico nuevamente para tomar la decisión. Al hacerlo, consumí dos trozos de tiempo y dos trozos de energía mental.

c)      c) Envía correos electrónicos irreflexivos y concisos. Probablemente recibe muchos correos electrónicos cada día, de los cuales no pocos requieren una decisión de su parte en algún nivel. Se ha descubierto que cuando debe tomar varias decisiones durante el día, hacia el final los líderes no piensan con tanta claridad antes de enviar un correo electrónico.

d)      d) Se molesta cuando alguien le pide que tome una decisión. Cuando esto sucede, pensamos. “¡Genial, tengo que tomar una decisión más por otra persona!” El término agotamiento del ego se refiere a la idea de que el autocontrol disminuye con el tiempo cuando ya hemos ejercido mucho autocontrol. Hacia el final del día o de la semana, cuando un líder ha tenido que tomar demasiadas decisiones, puede perder la calma más fácilmente, perder el control o decir cosas que no debería.

2. DUERMA LO SUFICIENTE.

El Centro para el Control de Enfermedades y Prevención de los EE. UU. reportó solo en 2013 que el 35% de los adultos de entre 25 y 65 años informaron que se quedaron dormidos involuntariamente durante el mes anterior. Y el mismo porcentaje informó que duermen menos de 7 horas cada noche, aunque los expertos en sueño recomiendan que durmamos entre 7 y 9 horas cada noche. Cuando no dormimos lo suficiente, esto es lo que sucede.

• Nuestra atención, estado de alerta y velocidad de respuesta mental disminuyen.

• La creatividad se debilita.

• La Dirección ejecutiva de nuestro cerebro (la corteza prefrontal), responsable de funciones ejecutivas como la planificación, el control emocional, la toma de decisiones y el pensamiento abstracto, se ve comprometido.

Si a veces simplemente no puede dormir lo suficiente, tome una siesta corta de 10 a 20 minutos para mejorar su estado de alerta y la calidad de sus decisiones.

3. PRACTIQUE LA METACOGNICIÓN.

Metacognición es una palabra elegante para “pensar sobre tu pensamiento”. A menudo quedamos atrapados en un modo de pensamiento automático. Y como nuestro cerebro tiene cinco veces más circuitos negativos que positivos, el pensamiento suele volverse negativo. Se llama sesgo de negatividad.

Entonces, practique hacer una pausa durante el día para preguntarse: "¿En qué estoy pensando ahora?" Esta disciplina puede ayudarle a evitar el desperdicio de energía mental en pensamientos no rentables. El apóstol Pablo nos aconseja hacer esto en Filipenses 4.8.

4. RECONOZCA COMO LAS EMOCIONES AFECTAN SUS DECISIONES.

Durante años asumimos que las grandes decisiones se basaban únicamente en la lógica. Es decir, un buen líder, después de procesar mentalmente los méritos de una decisión, llegaría a la mejor decisión principalmente a través de un proceso de pensamiento lógico. Sin embargo, los científicos ahora están aprendiendo que las emociones juegan un papel mucho más importante en la toma de decisiones de lo que se pensaba anteriormente.

El neurocientífico Antonio Damasio encontró problemas en la toma de decisiones en personas que tenían lesiones cerebrales en sus centros emocionales. Por lo tanto, tener en cuenta cómo se siente acerca de una decisión podría ayudarle a tomar una mejor.

5. RECONOZCA COMO EL ESTRÉS DISMINUYE EN EL LARGO PLAZO LA BUENA TOMA DE DECISIONES.

Dios creó nuestros cuerpos con la capacidad de responder al peligro. Se llama respuesta al estrés y está influenciada en gran medida por la hormona del estrés, el cortisol. Sin embargo, el estrés a largo plazo en realidad reduce las células cerebrales en nuestros centros de memoria. Y fortalece las células cerebrales en nuestros centros de lucha y huida, lo que a su vez debilita el CEO de nuestro cerebro que guía el proceso de toma de decisiones. Por lo tanto, si ha estado estresado durante mucho tiempo, quizás le convenga posponer cualquier decisión importante hasta que su estrés disminuya.

A modo de reflexión final, usted puede sumar a cada una de estas cinco formas de mejorar la calidad de las decisiones que toma, una lista de buenas prácticas que ha venido adoptando a lo largo de su vida como líder y que han redituado positivamente en decisiones sabias y certeras.

Hasta pronto,

Juan Carlos Flores Zúñiga

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