viernes, 24 de junio de 2022

Cambie sin sabotearse

Caminar con líderes a través de sus transiciones obliga al coach en liderazgo saludable a enfocar sus habilidades en ayudar a los líderes a discernir la verdadera agenda, aquella que le pertenece y le importa realmente, en un período de tiempo que llama a las partes por igual a dejar ir el pasado, dejar de auto sabotearse y enfocarse en la vida adelante.

Nuevas, emocionantes oportunidades se abren para los líderes en transición – y la prisa por entrar a nuevos desafíos parece especialmente atractiva cuando lo que hemos estado haciendo antes ha tenido un final frustrante.  Pero ¿Cómo descubre usted que la nueva posición o idea es una puerta abierta consistente con sus valores y creencias? ¿Cómo evita autosabotearse ante oportunidades de real bendición?, ¿de Dios o es de Ismael?: en otras palabras, un producto de su propia necesidad de lograr algo más que un resultado del plan de Dios.

Dios habló claramente a Abraham sobre su destino, y el hijo de la promesa que tendría durante su vida. Cuando Dios habló, Abraham estaba seguro de lo que suponía que debía hacer. Pero conforme los años pasaron y Abraham y Sara no vieron la palabra de Dios cumplirse, empezaron a hacerse preguntas. Las circunstancias (su edad avanzada) parecía completamente excluir lo que Dios había dicho. ¿Cómo se supone que ellos tendrían un hijo cuando Sara había pasado ya la edad para quedar embarazada?

Abraham y Sara tomaron finalmente las cosas en sus propias manos y crearon un Ismael. Estoy seguro de que ellos se sintieron completamente disgustados cuando Dios les habló después de esto diciendo que ese NO era el hijo de la promesa y que Dios haría las cosas a su manera y en su tiempo.

Dios incluso escogió bendecir al hijo de su fracaso, y hacer una nación de él, pero Ismael no generaría la Nación que Dios había profetizado. Y la prisa de Abraham tuvo consecuencias impredecibles que persisten hasta el día de hoy.

COACHING EN TRANSICIONES

Hay dos pasos vitales de los que los coaches podemos echar mano para ayudarlo a mantenerse alineado con sus valores y creencias en medio de las transiciones que inevitablemente sobrevendrán en su vida personal y profesional.

1. Primero que todo, necesitamos a ganar perspectiva en su jornada. 

Conforme caminamos hacia lo que Dios ha preparado ante nosotros, siempre encontraremos bloqueos en la carretera o circunstancias adversas en el camino. A veces somos nosotros mismos, que nos negamos la oportunidad por fracasos o inseguridades anteriores. Otras veces, nuestra expectativa no expresada es que, si realmente es la voluntad de Dios, todo funcionara. ¿No debería ir las cosas sin problemas si Dios está realmente en ellas? Y si las cosas se vienen abajo ¿Podría significar eso que ignoramos a Dios? La realidad es exactamente lo opuesto. De hecho, debemos esperar dificultades en el curso del llamado de Dios. Seguir nuestro destino nos hará crecer a la medida y la estatura de Cristo.  

No obstante, se requiere una ruta desafiante para lograr esto, no una cómoda y fácil.  Todos necesitamos un coach que nos recuerde cuando encontramos dificultades que es el desafío el que nos hace levantarnos para alcanzar la grandeza. Parte del papel del coach es llamar la atención de los líderes con los que se trabaja para que levanten sus ojos y vean la situación desde la perspectiva de los grandes propósitos de Dios, en lugar de la perspectiva de cuán inconveniente y frustrante es la situación.

2. Segundo, los coaches necesitamos ayudar a nuestros clientes a clarificar y grabar en el corazón lo que Dios les ha hablado. Esa es la razón por la cual establecemos metas, desarrollando propósitos en la vida y declaraciones de misión, o presionamos a los líderes para que expresen sus valores. El problema que Abraham y Sara tuvieron fue que cuando las circunstancias se hicieron más difíciles fueron tentados a reinterpretar lo que Dios había prometido; trataron de ayudar a Dios con un poco de poligamia para asegurarse de que su destino realmente ocurriera. Más clara y ampliamente usted defina quién es usted y que ha sido llamado a hacer, menos probable será que usted se vuelva pura palabrería cuando las cosas se pongan difíciles.

Una mejor respuesta a la voz de Dios tuvo lugar cuando Abraham entró a Palestina y Dios le dijo que ese era el lugar: él levantó un altar como un símbolo físico de lo que Dios le había dicho. Desde entonces, Abraham siempre podía volver y decir, “Aquí es donde Dios me habló y esto es lo que me dijo”.

Como Abraham, necesitamos símbolos físicos para que no seamos tentados a volver atrás y desechar todo lo que hemos escuchado de Dios para reinterpretarlo cuando las cosas se ponen duras. Esta es la razón por la que la escritura anima a los nuevos creyentes a dar testimonio público y cumplir con la ordenanza del bautismo: mueve la obra de Dios de algo que ocurrió privadamente en nuestros corazones a una realidad pública.

Como líder y coach, hay varias técnicas que usted podemos usar para ayudar a quienes equipamos a levantar su propio altar. Establecer una meta con alguna rendición de cuentas detrás afirma el compromiso de un líder con respecto a lo que Dios ha hablado.

Mejor aún es animar al líder a compartir lo que Dios le ha dicho con algunos amigos cercanos, o incluso hacerlo públicamente. La ruta más poderosa (aunque también es la que toma más tiempo) es acompañar al líder en su caminar a través de un proceso de descubrimiento y clarificación de su llamado, valores, fortalezas y dones. Conocer y escribir quien es usted y que ha sido llamado a hacer es una piedra de la que usted puede colgar en la incertidumbre de cualquier transición.

Si no tiene aún un coach certificado para acompañarlo en su transición personal o profesional visite sin compromiso nuestra sección de consulta gratuita de coaching en liderazgo en nuestra página web.

Hasta la próxima

M.A. Juan Carlos Flores Zúñiga, CPLC, ACC

COACHING EN TRANSICIONES

viernes, 17 de junio de 2022

El Cambio Integral Demanda CONCIENCIA PLENA

Como líder, consultor y coach en liderazgo, siempre busco nuevas maneras de mejorar mi liderazgo.  No obstante, tengo la convicción de que los buenos líderes nunca deben dejar de aprender.

En los últimos años conforme aprendemos más sobre la mente y el cerebro humano, la neurociencia viene afirmando una antigua práctica contemplativa enraizada en la historia de la iglesia y la escritura, mindfulness en inglés, en español conciencia plena y presente.

Incorporar esta disciplina ha sido de gran ayuda en mi llamado y vida personal. La conciencia plena y presente consiste en cinco habilidades básicas de gran beneficio para todo líder. De hecho, en todo proceso de cambio, el primer paso es tomar conciencia plena de quienes somos y lo que hacemos.

Pero, primero, ¿Qué es la conciencia plena? Es una disciplina espiritual afín a la meditación bíblica. Consiste en apartar tiempo diario para estar quietos delante de Dios, para estar en Su presencia por completo en el momento presente.  No es vaciar nuestras mentes, sino más bien llenar nuestras mentes con pensamientos de Dios y Su palabra.  Y no es, por cierto, una de esas extrañas prácticas de la nueva era.

Es una práctica basada en la ciencia que nos ayuda a desconectarnos de pensamientos, memorias y reacciones automáticas e insalubres para estar simplemente en la presencia de Dios. Es tanto una disciplina devocional como una manera de vivir plenamente cada momento.

En los últimos tres años centenares de estudios fueron publicados demostrando los beneficios de la conciencia plena y presente.  Los siguientes son algunos de los beneficios principales de esta disciplina:

  •      Mejoramiento de la memoria
  •      Menos ansiedad y depresión
  •      Un corazón más saludable
  •      Mayor habilidad para lidiar con el estrés
  •      Mejora las relaciones
  •      Produce menos reactividad
  •      Mejoramiento integral del bienestar general

Una herramienta científicamente probada se llama Cuestionario de Cinco Facetas de la Conciencia Plena basado en las cinco habilidades que describo más adelante.  

Usted puede tomar este inventario en inglés haciendo clic en el siguiente vinculo http://awakemind.org/quiz.php   para evaluar cuán bien practica estas habilidades.

Si quiere leer más sobre cómo desarrollarlas, le recomiendo el libro, “En este momento: Cinco pasos para trascender el estrés usando conciencia plena y neurociencia” de Kirk Strosahl y Patricia Robinson.

Los autores explican las habilidades en detalle:

Habilidad 1: Observar. En esta habilidad usted aprender a notar lo que está pasando dentro de usted y su entorno inmediato, como si estuviera usando el zoom de los lentes de una cámara.

Habilidad 2: Describir. En esta habilidad usted usa sus palabras para verbalizar lo que está observando. Esto involucra aprender a etiquetar sus emociones y describir sensaciones corporales.

Habilidad 3: Desconectarse. En esta habilidad, usted aprende a mantener separadas de su alma sus comparaciones, predicciones, y evaluaciones insalubres sobre su vida, de la misma manera en que la comida no se pega en una sartén de Teflón.

Habilidad 4: Amarse a uno mismo. Amarse a uno mismo no significa volverse un egocéntrico.  Más bien nos permite practicar lo que Jesús nos enseñó cuando dijo que amaramos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esto significa que hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos como somos, en lugar de basar nuestra perspectiva en la aprobación de los demás o nuestro propio desempeño.

Habilidad 5: Actuar con conciencia plena. Esta habilidad significa que aprendemos a ser más conscientes de lo que hacemos conforme lo hacemos.  Aprendemos a estar presentes en el momento en lugar de estar en piloto automático o tratando de tener un “mejor” momento.

Desarrollar estas habilidades ayuda a los líderes a estar completamente presentes para aquellos que lideran y de cuyo cuidado son responsables.

Más presente esta un líder, más efectivo será su liderazgo.

¿Qué beneficios ha descubierto o aprendido en este artículo sobre lo que produce la conciencia plena?

Si desea aprender a practicar esta disciplina para ser mejor persona y líder escribanos a info@juancarlosflores.coach y pida una cita de coaching sin compromiso.

M.A., Juan Carlos Flores Zúñiga (CPLC,ACC, CSF)

COACHING EN TRANSICIONES

viernes, 10 de junio de 2022

Cómo mantener una rendición de cuentas eficaz

A fines de los noventas cuando llevaba un curso de posgrado en mercadeo en Guadalajara, México, me enfrente con un principio medular para mi desarrollo personal y profesional: la rendición de cuentas diaria, en inglés “accountability”.

El principio me impactó profundamente, no por su novedad, ya que la humanidad viene hablando y estudiando sobre el compromiso con la transparencia, rendir cuentas de lo aquello de lo que somos responsables, desde 1400 D.C. cuando el término fue acuñado en el francés y más tarde incorporado al inglés.

Y, sin embargo, incorporarlo como parte de nuestros hábitos y comportamiento general sigue siendo desafiante en nuestro contexto contemporáneo.  La razón de fondo estriba en que para que adoptemos un cambio de comportamiento este debe afirmarse en nuevos hábitos diarios estructurados mediante rituales.

Como coach profesional certificado e individuo he incorporado gradualmente la práctica de rendir cuentas diariamente a un tercero a quien autorizo a hacerme preguntas sobre mi integridad y progreso. Se trata de preguntas abiertas, que son formuladas sin crítica, ni juicio, y que debo contestar con brutal honestidad.  Quien pregunta no puede brindarme retroalimentación negativa, aunque me desvíe de mis compromisos, pero al verme en un espejo mediante la interacción asumo clara responsabilidad de lo que debo mejorar.

PREGUNTAS PARA TRANSPARENCIA SEMANAL

De hecho, en todas nuestras redes de coaching grupal, como en las sesiones individuales de coaching ejecutivo tempranamente solicito que todo cliente aprender a identificar y recurrir a un compañero de transparencia periódicamente para que pueda rendir cuentas, en un entorno seguro, sobre si mismo ante un tercero que no puede juzgarle, solo repetir las preguntas que han sido establecidas previamente.

Considero sinceramente que todos podemos aprender de ésta experiencia, especialmente porque provee una guía paso a paso para mejorar integralmente. No obstante, en mi propia vida cuento con personas seguras a las que rindo cuentas semanalmente sobre distintas aspectos de mi vida personal, laboral y espiritual para ayudarme a estar en curso.

He aprendido de uno de los grandes coaches en liderazgo de nuestro tiempo, Marshall Goldsmith, una lista de 32 preguntas que aplica la persona ante la que rindo cuentas, al inicio de cada semana. Las preguntas me permiten responder con un sí o un no o un número del 1 y 10. Luego un miembro de mi equipo al llegar el viernes por la mañana me hace una serie de preguntas para recapitular sobre si he sido fiel a las metas de comportamiento a lo largo de la semana. La belleza de este proceso es que asegura la transparencia de la rendición de cuentas.

Goldsmith dice que hay una regla no negociable: no se brinda retroalimentación negativa.   Sin importar lo que la otra persona haya hecho, no se debe decir algo que induzca a que se sienta culpable. En su lugar, a todos aquellos que respondan las preguntas afirmativamente, se les debe brindar retroalimentación positiva que refuerce el éxito.

Goldsmith ofrece una guía para cualquiera que quiera crear su propio ritual de preguntas semanal:

  1. Comience con una hoja de cálculo (Excel) y escriba una serie de preguntas importantes (pueden ser más o menos de 32) sobre sus experiencias con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
  2. Elija un compañero de transparencia en quien pueda confiar y dele a él o a ella su serie de preguntas.  
  3. Entonces cree en su hoja de Excel, siete cajas para simbolizar cada día de la semana. Toda pregunta puede ser respondida con un sí o un no, o un número de 1 a 10.  
  4. Al final de cada semana, prepare un reporte en una ficha.  

“En todos los años que llevo respondiendo preguntas,” dice Goldsmith, “Nunca he conocido todavía un día perfecto.”

La meta, no obstante, es progresar hacia las metas, en lugar de tachar de la lista las alcanzadas, y descubrir que siempre hay espacio de mejorar en todas las áreas.  

Usted también puede plantear algunas preguntas a medida de sus preocupaciones actuales.  Por ejemplo, Goldsmith comienza con seis “preguntas activas” que han sido probadas en distintas investigaciones para conducir a un nivel de satisfacción más alto en la vida.  

Note que cada pregunta comienza con “¿Hice lo mejor posible para…

  • ¿Establecer metas claras?
  • ¿Progresar hacia el logro de la meta?
  • ¿Ser feliz?
  • ¿Encontrar significado?
  • ¿Desarrollar relaciones positivas?
  • ¿Estar completamente comprometido?

COMPROMISO NO TRANSFERIBLE

Es fácil recaer en viejos patrones cuando tratamos de cambiar nuestro comportamiento.  Por lo que debemos recordar diariamente el lema de que “lo que no se mide, no avanza”.  Las preguntas diarias lo afirman personalmente en su rendición de cuentas.

Los recordatorios pueden ser hechos por un amigo, un miembro de su núcleo familiar o un colega, presencialmente, virtualmente o por vía telefónica y correo electrónico.

La redacción de las preguntas es un aspecto esencial del proceso. Si la frase de apertura constante “¿Hice lo mejor posible para …” parece innecesariamente redundante y prolija, no la edite? Continue con ella.

Lo Bueno de comenzar las preguntas con “¿Hice lo mejor posible para…” es que es muy difícil que culpemos a alguien más por nuestro propio fracaso? Solo usted puede ser responsable por “¿Hice lo mejor posible para…”

Si no fue feliz o pleno durante el día o el trabajo no salió muy bien, uno puede fácilmente señalar algún factor externo ajeno a uno mismo como la causa.

Es importante por eso comprender que la pregunta no se enfoca en cuan bien me desempeñé durante el día, sino cuanto traté – cuanto esfuerzo puse de mi parte para cumplir el objetivo.  Esto lo lleva a asumir responsabilidad personal y no transferirla a otros factores.

EL CUESTIONARIO AL FINAL DE LA SEMANA

La siguiente es una adaptación a nuestra realidad de las otras dieciséis preguntas que el coach ejecutivo Marshall Goldsmith responde semanalmente, después de las seis preguntas básicas citadas al inicio y que son recomendables para todos.  

En una escala de 1 a 10, “¿Hice lo mejor posible para:

  • ¿Aprender algo nuevo?
  • ¿Desarrollar nuevo material?
  • ¿Preservar las relaciones con todos los clientes?
  • ¿Ser agradecido por lo que usted tiene?
  • ¿Evitar comentarios odiosos o destructivos sobre otros?
  • ¿Perdonarse a si mismo y a otros por errores percibidos?
  • ¿Evitar tratar de probar que usted esta en lo correcto cuando no vale la pena?
  • ¿No desperdiciar energía en lo que usted no puede cambiar?
  • ¿Hacer ejercicio físico?
  • ¿Meditar?
  • ¿Tener una buena noche de descanso?
  • ¿Tener una dieta saludable?
  • ¿Decir o hacer algo bueno a su esposa(o)?
  • ¿Decir o hacer algo bueno a su hijo (a)?
  • ¿Decir o hacer algo bueno a su suegra (o)?
  • ¿Decir o hacer algo bueno para su yerno o nuera?

La experiencia de Goldsmith está apropiada a su realidad como coach profesional y a su contexto cultural y social, por lo que cada uno de nosotros seamos coaches, clientes o meros observadores requerimos adaptar las preguntas a nuestra situación personal y profesional.

Por ello, primeramente, tome en cuenta que su compañero (as) de rendición de cuentas (transparencia) debe ser alguien discreto, y confiable. Una persona segura que desee apoyarlo sin juzgar en ningún momento su progreso y a quien usted autorice para preguntar diariamente. 

Hasta la próxima,

Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., CPLC, CSO

COACHING EN TRANSICIONES

miércoles, 1 de junio de 2022

ACTÚA CON MADUREZ: Gánale a tus reacciones

Siempre hay una alternativa para cualquier comportamiento ante la vida, ya sea que elijamos actuar sensatamente, es decir con madurez emocional, o reaccionar con emociones no reguladas como la ira y el enojo. La diferencia no es sutil, ya que nuestras reacciones tienden a causar mucho más daño, que cuando optamos por actuar lo que implica meditar y pedir consejo.

Con los años he aprendido que para tener una vida saludable y productiva debo aprender a diferenciar entre actuar y reaccionar. Cuando actuamos nos detenemos, preguntamos, reflexionamos, escuchamos, mientras que la reacción hace todo lo contrario.  La primera es reflexiva, la segunda es temperamental.

Ahora, es importante aclarar que hay reacciones que produce nuestro cerebro debido a situaciones de vida o muerte. Las situaciones extremas como cuando estamos a punto de ser atacados físicamente o de sufrir una accidente de tránsito son necesarias. Han sido asimiladas por nuestro cerebro como un patrón de protección. 

Pero, hay muchas otras reacciones que tenemos sin necesidad de una amenaza patente a nuestra seguridad y que responden a temores, e inseguridades no procesadas que nos ponen a la defensiva. A estas es a las que hay que ponerles más atención porque nuestro comportamiento deben principalmente de nosotros y no de las circunstancias externas.

Sin decir que sean las únicas quiero ofrecerle trece alternativas que separan a una persona con discernimiento de cuando actuar y cuando reaccionar, es decir un vencedor que actúa de un perdedor que reacciona:

TRECE ALTERNATIVAS

1. Cuando un triunfador comete un error, dice: “Me Equivoqué“, y aprende la lección.

Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue culpa mía” y responsabiliza a los otros.

2. Un triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros.

Un perdedor se siente víctima durante las adversidades.

3. Un triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de sí mismo.

Un perdedor cree que existe la mala suerte.

4. Un triunfador trabaja mucho y dedica más tiempo para sí mismo.

Un perdedor está siempre "muy ocupado" y no tiene tiempo ni siquiera para los suyos.

5. Un triunfador enfrenta los desafíos uno a uno.

Un perdedor rodea los desafíos y no se atreve a intentar.

6. Un triunfador se compromete, da su palabra y la cumple.

Un perdedor hace promesas, no se pone “manos a la obra” y cuando falla sólo se sabe justificar.

7. Un triunfador dice: "Soy bueno, pero puedo mejorar".

Un perdedor dice: “No soy tan malo como otros".

8. Un triunfador escucha, comprende y responde.

Un perdedor no espera que llegue su momento de hablar.

9. Un triunfador respeta a aquellos que saben más y se preocupa en aprender algo de ellos.

Un perdedor se resiste a todos los que saben más y sólo se fija en sus defectos.

10. Un triunfador se siente responsable por algo más que Por su propio trabajo.

Un perdedor no se compromete y siempre dice: “Hago mi trabajo y ya es bastante”.

11. Un triunfador dice: “Debe haber una forma mejor de hacerlo. . .”.

Un perdedor dice: “Esta es la forma en que siempre lo hemos hecho. No hay otra…".

12. Un triunfador es PARTE DE LA SOLUCIÓN.

Un perdedor es PARTE DEL PROBLEMA.

13. Un triunfador consigue "ver el bosque en su totalidad".

Un perdedor se fija sólo “en el árbol que le toca plantar".

Nuestro mundo divide a las personas en ganadores y perdedores según su pobre concepto del éxito. Medimos a las personas por un área en que han sido exitosos en detrimento de todas las otras áreas en que han fracasado. Celebramos al rico, al famoso, al poderoso, al victorioso, pero perdemos de vista que todo lo que han ganado es efímero, vano, y superficial.

Muéstreme un hombre o una mujer que saque adelante a su familia, su matrimonio, su vida sin atropellar o lastimar a los demás, y estaremos ante verdaderos héroes y heroínas. Han entendido que lo más importante es Dios, su hogar y su salvación. No podemos salvar al mundo sin tomar responsabilidad hacia lo que es importante, profundo y de valor eterno, y defenderlo con coraje, sin temor a lo que diga el mundo.

No obstante, solo tiene gracia y buen éxito quien se enfoca en lo importante y eterno, aun cuando el desánimo y el temor serán los enemigos regulares y debemos sobreponernos a ellos con fuerza y valor.  

Debemos meditar en nuestros caminos, para no vivir una vida emocionalmente inmadura. Tendremos éxito en aquello que vale la pena, que cumpla una visión y un propósito más grande que nosotros. Por ello, actuemos, no que reaccionemos.

Juan Carlos Flores Zúñiga

COACHING EN TRANSICIONES

Abraza tu destino conociendo tu historia

Nada hay tan humano y poderoso como compartir nuestras historias. Antes que un currículo, o cartas de recomendación lo que me me interesa en...