En el liderazgo
tratamos de influir positivamente en otros, pero todo empieza por
autoliderarse. Nadie tendrá interés en seguirme, o escucharme, si yo mismo no
creo en mi lo suficiente como para considerarme digno de ser seguido. Hablo de
un proceso que empieza temprano en nuestras vidas, no cuando llegamos a ocupar
una posición o los atributos del poder formal en los niveles bajos, medios o
altos de una organización.
En todo caso la posición nunca asegura influencia, si no me he esforzado
por ser digno de ser seguido por mí mismo y por otros. ¿Cómo se expresa ese
temprano proceso? En nuestra actitud, es decir en el comportamiento que
repetimos consistentemente en todo contexto.
Wayne Cordeiro y Todd Duncan, dos extraordinarios líderes y siervos de
Dios, insisten frecuentemente en que debemos revisar periódicamente nuestra
actitud como líderes y formadores de líderes. Es una gran responsabilidad
enseñar, pero es una tremenda irresponsabilidad compartir con otros si dejamos
de aprender.
Vengo declarando desde hace más de veinte años que "El que
deja de aprender deja de liderar". Necesitamos revisarnos,
examinarnos, autocorregirnos. Si usted quiere realmente tener la actitud de un
líder auténtico, usted necesita dominar con maestría cuatro claves.
Deseo compartir con usted estas cuatro claves indispensables para
desarrollar la actitud correcta en un líder saludable y efectivo.
CLAVE No 1
1.
Apunta al blanco correcto
¿A qué le apuntas en tu vida? ¿Cuál es tu meta? Si pudieras identificar
una sola cosa que impulsa tu vida, ¿qué sería? En la película City
Slickers (Vaqueros de ciudad en español) tres amigos de
New York se van de vacaciones a un rancho en el Oeste, donde aprenderán a
enlazar, montar y arrear ganado.
El capataz del arreo es un verdadero vaquero con el nombre de Curly; un
sabio solitario y el último de una raza en extinción. Un día, mientras están en
la pradera, Curly habla con Mitch, un vendedor de publicidad radial de mediana
edad quien está desencantado con su vida laboral y familiar.
«Un vaquero lleva
un estilo de vida diferente», declara el rudo Curly. «Cuando todavía había vaqueros. Aunque
somos una raza en extinción esto aún tiene significado para mí. En un par de
días, trasladaremos esta manada cruzando el río, los llevaremos a través del
valle. Ahhh», se ríe suavemente, «no hay nada como conducir la manada».
«Lo ves, eso es
grandioso», gorjeó el poco
curtido Mitch. «Tu vida tiene sentido para ti». Curly se ríe
sinceramente, y Mitch solo lo mira confuso. En este punto el sabio Curly llega
al corazón de estos empresarios de mediana edad. «Todos ustedes vienen
aquí a la misma edad. Los mismos problemas. Pasan cincuenta semanas al año
haciéndose nudos en sus sogas. Luego piensan que las dos semanas aquí se los
desatarán. Ninguno de ustedes lo entiende». Los dos hombres quedan en
silencio bajo el peso de estas palabras.
Curly
continúa: «¿Saben ustedes cuál es el secreto de la vida?»
-«No, ¿Cuál es?», replican a coro.
Curly levanta su curtida mano y parece apuntar hacia el cielo.
- «Esto».
- «¿Tu dedo?» replican.
Todavía apuntando, Curly dice: -«Una cosa. Solo una cosa. Apéguense a
ella».
- «Eso es grandioso, pero ¿qué es esa cosa?» instiga Mitch ávidamente,
preguntando de parte de todos nosotros.
Curly se inclina y dice: -«Eso es lo que ustedes deben averiguar».
Si usted pudiese apuntar a una sola cosa que dé propósito a su vida,
¿Cuál sería? ¿Qué elegiría para enfocarse, para hacer de ello su primera
prioridad y su meta final? No olvide esto usted puede tener una visión que le
indica a donde ir, pero sin propósito, olvidará constantemente porque lo está
haciendo, porque debe cumplir la visión.
Eche un vistazo a la siguiente lista y decida honestamente:
- Dinero
- Fama
- Prestigio
- Poder
- Prominencia
- Ser el mejor
- Deportes/recreación
- Independencia económica/seguridad
- Éxito en los negocios o en el ministerio
- Familia y matrimonio
- Paz
- Jesús.
Al inicio de mi conversión, veintitrés años atrás, mi elección y
prioridad fue Jesús. Pero por alguna razón, sin darme cuenta, aunque le servía
en la iglesia, el ministerio y doquiera que iba Él se fue desplazando del
primer lugar. Tratando de servirle a Él, había dejado de buscarle. Me empezó a
impulsar la costumbre y la religiosidad, empecé a sentir temor por el futuro, y
eso sesgó mi perspectiva en la vida.
Luchaba con periódicas punzadas de ansiedad, y era fácilmente distraído
mientras trataba de hacer las inversiones correctas para mi futuro,
constantemente observando los indicadores del presente en lugar de al dueño de
mi vida y futuro.
CUANDO APUNTAMOS
MAL, PERDEMOS EL PROPÓSITO DE LA VIDA
Tuve que volver a mi lista de prioridades. Solo pude volver al camino
correcto cuando decidí regresar a mi primer amor, mi verdadera meta en la vida,
Jesús. Cuando mi perspectiva estuvo firmemente en su lugar, así también estuvo
mi corazón para lo que Dios me había llamado a realizar.
Todo depende de a qué le apuntas. Cuando apuntamos al blanco equivocado
la vida misma llega a ser evasiva. Asegúrate de estar apuntando al blanco
correcto. Mantén tu perspectiva claramente enfocada en el blanco, y
frecuentemente verifica doblemente para asegurarte que ese es el blanco
correcto.
Tómese un tiempo ahora. ¡Deje de remar por la vida frenéticamente y
averigüe si todavía va en la dirección correcta! ¿Cuál es esa sola cosa?
Las Olimpiadas Especiales son una maravillosa organización que anima a
niños y adultos con necesidades especiales de aprendizaje o discapacidades
físicas a competir en eventos atléticos. Los eventos de pista y campo a menudo
son emocionantes oportunidades para sorprenderse por las expresiones de vida
más modestas y auténticas. Sucedió en una de esas carreras. Pequeños niños de
entre 8 y 12 años se reunieron en la línea de partida. Algunos estaban en
sillas de ruedas, otros con abrazaderas, y todos estaban llenos de
anticipación. Los padres y los parientes colmaban las gradas, cada uno animando
a su hijo con una exuberancia que en comparación haría ver pálido el celo de
los fanáticos de las Series Mundiales.
El juez de salida disparó su pistola al aire. ¡Salieron! El supremo
esfuerzo de cada niño tocaba el corazón de todos los presentes. Había niños con
muletas, laboriosamente controlando sus miembros. Niños con síndrome de Down
corrían al lado de aquellos con abrazaderas en sus piernas. Una niña en silla
de ruedas había dado vuelta a su silla, motorizándose en reversa con su pequeño
pie para darse más velocidad. Pronto, sin embargo, ella comenzó a virar fuera
de curso, y no tardó mucho en terminar contra las gradas. Imposibilitada de
liberarse de esta dificultad, comenzó a pedir ayuda. Un niño discapacitado y
otro con síndrome de Down escucharon sus ruegos.
Corrieron hacia donde ella estaba, dieron vuelta su silla y comenzaron a
empujarla hacia la meta. En medio de los gritos de alegría y júbilo, el pequeño
grupo de rescate cruzó la línea. Su objetivo no era necesariamente terminar
primero. Verás, ellos pensaban que su meta era ver que todos pudieran cruzar la
línea, y eso requirió de la ayuda de todos los niños involucrados.
¿Qué te ha pedido Dios que hagas con tu vida? Si tuvieses que escribir
en un párrafo una declaración de tu misión personal, ¿qué diría? Si no estás
seguro de cuál es tu asignación en la vida, entonces ¿cómo sabrás qué
oportunidades debes aceptar y cuáles debes rechazar? Como el Gato le indicó a
Alicia, si no sabes hacia dónde vas cualquier camino te llevará allí. Sintiendo
que mi enfoque era difuso, me senté y forjé lo que yo sentía que era la
dirección y asignación de Dios para mi vida. Sobre esta declaración se apoyan
todas las actividades de mi ministerio.
Me ayudaría el decidir a cuáles actividades diré sí y a cuáles diré no.
Esta declaración actuaría como un dispositivo interno de dirección para guiarme
en la carrera que fue preparada para mí. Aquí está esa declaración:
Modelar y comunicar verdades bíblicas de tal manera que inspire
carácter, equipe líderes para que sean saludables y efectivos, mejore el
conocimiento de Jesucristo y efectivamente evangelice a aquellos que Dios está
atrayendo para sí.
¿Hacia dónde le lleva su ruta? ¿Sabes dónde quiere terminar? Si sabe
estas cosas, entonces está bien en el camino hacia el éxito. Si no, entonces
tómese unos minutos, incluso unos días, para descifrar su misión personal.
Conteste esta pregunta que cambiará su vida:
¿Qué me ha pedido Dios que haga con mi vida?
Una actitud que atrae el éxito comienza conociendo qué oportunidades
aceptar y cuáles rechazar. De esta manera comenzará a desarrollar una vida que
responda al llamado diario de Dios. Recuerde, primero apunte al blanco
correcto. ¿A qué le está apuntando? ¿Cuál es tu meta? Esto determinará la
carrera que correrá.
CLAVE No 2
Uno de mis mentores, me contó la historia de un
viejo pastor que refería como al envejecer, tras más de cuarenta años de
servicio en el ministerio, había dejado de preocuparse por lo que había hecho o
dejado de hacer, para enfocarse más bien en quien se había transformado.
En el liderazgo auténtico, la actitud correcta es transformacional. El
verdadero legado de un líder no es cuánta información transmite, cuánto
conocimiento crea y agrega a otros, sino su propio caminar con Jesús.
Aprendimos la semana pasada que la primera clave para una actitud de líder
auténtico es "apuntar al blanco correcto". Esto es enfocarme
en lo importante, no en las añadiduras.
Deseo compartir con usted, en esta oportunidad, la segunda de cuatro
claves indispensables para desarrollar la actitud correcta en un líder
saludable y efectivo.
2. Corre la carrera correcta
Dios prepara una carrera diferente para todos y cada uno de nosotros.
Usted no puede ni debe correr la carrera de otro, solo puede y debe correr la
suya.
Por lo tanto, nosotros también, "teniendo en derredor nuestro
una gran nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos
asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante".
(Hebreos 12.1)
Si usted corre la carrera equivocada, terminará en la línea de
llegada incorrecta. En el libro "Construyendo la Iglesia como Equipo",
Wayne Cordeiro cuenta la historia real de un corredor de la maratón en las
Olimpiadas quien, aunque claramente dejó a todos atrás, fue descalificado de la
competencia por la medalla. ¿Por qué? Porque en su fatiga y confusión, había
cruzado la meta final equivocada.
A veces nosotros, como creyentes, vivimos vidas sin contentamiento
porque estamos corriendo hacia la meta equivocada. Ponemos un esfuerzo enorme, pero
no estamos invirtiendo nuestro tiempo y recursos donde Dios quiere que los
invirtamos. En cambio, tenemos nuestros propios deseos e intentamos usar a Dios
para ayudarnos a llegar donde queremos ir.
Como invocando al genio de la lámpara, tratamos de frotar a Dios de la
manera correcta, para que Él conteste nuestras oraciones como nosotros queremos
que sean contestadas. No queremos esperar consejo, así que le pedimos a Dios
que bendiga lo que hacemos en lugar de pedirle que nos ayude a hacer lo que Él
está bendiciendo.
Intenta hacer la siguiente oración. Cambiará su perspectiva y le ayudará
a mantenerte en camino y terminar bien:
Señor, aquí está mi vida. Usa mi vida para Tus propósitos y Tus deseos.
Señor, ven a vivir Tu vida a través de mí. Lo que sea que tengo, cualquier
capacidad que pueda poseer, cualesquiera que sean mis habilidades y aptitudes,
finanzas o tesoros, Señor, las pongo a Tus pies. ¿Cómo puedes usarlas?
Instrúyeme, para que pueda ser un mayordomo fiel y usa mi vida para Tus
propósitos. Ya sea que tenga mucho o poco, estaré satisfecho porque sé que
estás usando mi vida para Tus propósitos. Ven, Señor, vive Tu vida a través de
mí.
¡En lugar de decirle a Dios lo que harás por Él, pídale que haga Su
trabajo a través suyo! En lugar de decirle a Dios cómo planeas vivir para Él,
pídale que le muestre Sus planes para su vida. ¡Haciendo esto, podrá tocar Su
poder para complementar Sus planes a Su manera!
No hay mayor satisfacción que experimentar la descarga de Su vida a
través de nuestra alma.
«Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis».
(Jeremías 29.11)
CLAVE No 3
Si algo tenemos en
común todos es que vivimos en un mundo que estimula la insatisfacción. Vivimos
insatisfechos casi siempre por aspectos superficiales y materiales, no por los
profundos y eternos. Nos levantamos de mañana, con una sensación de falta de logro,
de realización. Nos quejamos, criticamos, buscamos culpables. Basta mirarse en
el espejo para reconocer quien es el que tiene que tomar una decisión para
cambiar la actitud que hace que todas las circunstancias opriman más de lo
debido.
Mediante las claves
anteriores, hemos aprendido sobre nuestra innegable responsabilidad en las
decisiones que nos puedan asegurar paz, amor, fe y esperanza en este mundo y
más allá. Son claves para una actitud de líder.
3. Comprende que satisface tu alma
Jesús nos da el
secreto del contentamiento: «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos,
o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas
cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas
cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas». (Mateo 6.31-33)
El contentamiento no puede ser adquirido directamente. Sino, que es un producto
derivado de un vida enfocada en las cosas correctas. La gente verdaderamente
satisfecha es
aquella cuyo objetivo en la vida es algo mucho más grande que lograr mera
satisfacción solamente. Si el sólo objetivo de tu alma es adquirir posesiones y
dinero a los efectos de estar cómodo y contento, entonces el contentamiento
será tan evasivo como una mariposa.
Algunos años
atrás, todo el mundo tenía sus ojos puestos en un americano billonario cuyo
deseo era volar el avión más rápido del mundo. De manera que él diseñó,
construyó y piloteó el avión más rápido del mundo. Quería tener barcos y
condominios y vivir en lugares exóticos, así que los compró. Amasó semejante
fortuna que se decía que tenía dos presidentes de Estados Unidos a sus
órdenes.
Él creía que podía
obtener satisfacción teniendo más amantes y aventuras sexuales, yendo a más
expediciones, exploraciones y excursiones. De manera que así lo hizo.
Avancemos la cinta hacia el final de su vida. Su cabello está largo y
descuidado, su barba desordenada, y sus brazos están cubiertos con las marcas
punzantes de un drogadicto intentando frenéticamente impulsar satisfacción a
través de sus venas. Las uñas de sus dedos están largas y desarregladas, que
parecen pálidos tirabuzones amarillos. Postrado en cama, se sienta en un trance
inducido por la droga, asomándose a la vida a través de oscuros, huecos de ojos
hundidos en un cuerpo demacrado. Se ha perdido la vida misma.
APRENDE A COMPRENDER QUÉ SATISFACE TU ALMA; DE OTRA MANERA, NUNCA DESARROLLARÁS
UNA ACTITUD DE VERDADERO CONTENTAMIENTO.
Él vive en un confinamiento auto impuesto. Es un hombre que gastó los mejores
años de su vida buscando desesperadamente la satisfacción, pero nunca la
encontró. Finalmente muere en un pozo solitario de desesperación. Estoy seguro
de que reconocerás el nombre de esta persona: Howard Hughes.
Vivió toda su vida
esperando encontrar satisfacción, pero terminó con las manos vacías. Cambió su
alma por posesiones y la perdió completa en la carrera.
Lee lo que Jesús tenía para decir acerca de la necia persecución de un hombre
rico: «Diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos
años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche
vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que
hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios». (Lucas 12.19-21)
Johnny Carson el humorista anfitrión de las noches en la televisión ganó
millones de dólares mediante su programa nocturno, El show de esta
noche. Con toda su fortuna, sus ingeniosos y coloridos chistes, podrías
pensar que él era una de las personas más felices que había en el planeta. Pero
en una entrevista, uno de sus familiares dijo: «Johnny es una de las personas
más tristes que conozco. Siempre está intentando pasarla bien, pero nunca lo
logra».
Aprende a
comprender qué te satisface verdaderamente, qué satisface tu alma. De otra
forma, nunca desarrollarás una actitud de verdadero contentamiento. Siempre
estarás buscando pasarla bien, pero nunca lo lograrás.
CLAVE No 4
Por décadas se creyó que las personas obtenían satisfacción a partir de
los incentivos principalmente materiales en sus labores. La verdad es que
dichos incentivos motivan en menos del 10% de las oportunidades, mientras la
realización y el clima organizacional son motivadores más fuertes en el 60% de
los casos.
Verán, no es lo
externo, sino lo interno lo más importante en motivación. Esto es, que la
motivación empieza en cada uno, internamente, y se estimula con condiciones o
incentivos que apelan a lo que ya internamente decidimos vivir y creer. Por eso
la cuarta clave para tener una actitud de líder auténtico tiene que ver con
encontrar satisfacción interna.
4. Haz de la
satisfacción una labor interna
El apóstol Pablo no vivió una vida aristocrática, acomodada, pero
desarrolló una actitud de primera clase que lo impulsó a través de cada
tormenta.
«He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir
humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para
padecer necesidad». (Filipenses 4.11-12)
Pablo había pasado
hambre. Había sido abandonado. Había sido apedreado, había naufragado, había
sido fustigado, golpeado y dejado por muerto. Pablo había sido burlado,
ridiculizado y calumniado.
Cuando escribió esas palabras acerca del contentamiento, estaba
escribiendo desde la prisión. Sabía que en pocos años sería torturado hasta la
muerte.
¿Cómo es posible que pudiera mantener una
actitud piadosa
bajo tales circunstancias? ¿Cómo podía decir que sabía lo que significaba estar
contento? Porque su objetivo en la vida era mucho más grande que el
contentamiento mismo.
El objetivo de
Pablo no era obtener un estilo de vida de conveniencia y comodidad. El objetivo
de Pablo era conocer a Dios y servirle. Su único deseo era que, de alguna manera,
en algún sentido, su vida fuera usada para que los propósitos de Dios se
cumplieran. Buscó primeramente el reino de Dios ofreciendo sus habilidades y su
influencia para que el Señor pudiese utilizarlas.
Entonces el
contentamiento inundó su vida, ¡y su actitud convirtió esa celda de prisión en
el lugar desde donde casi la mitad del Nuevo Testamento sería escrito!
El contentamiento es vital en el desarrollo de una actitud
extraordinaria. Es la última y crítica clave en tu proceso. Cada una de las
cuatro claves que hemos abordado en esta serie parecen simples, pero cada una es
eternamente valiosa. Recuerda, comienza correctamente por apuntar al blanco
correcto, el que Dios tiene para ti «corre tu carrera particular para
ganar» (ver Hebreos 12.1).
¡El próximo paso es sólo hacerlo! Corre la carrera correcta. Las últimas
dos van mano a mano. Comprende qué es lo que satisface tu alma, y hazlo a
través de aprender a tener contentamiento interno. ¡Con estas claves a mano,
serás capaz de correr tu carrera y finalizar bien!
Cada una de las cuatro claves que hemos explorado apuntan en una
dirección, vivir una vida enfocada, con propósito, reconociendo humildemente
que el entorno influye, pero nunca determina a una persona, hombre o mujer, que
entiende que ha sido llamada a liderar decisivamente en su ámbito y según sus
competencias.
Hasta pronto,
M.A. Juan Carlos Flores Zúñiga, CPLC, CSO
COACHING EN TRANSICIONES