viernes, 30 de septiembre de 2022

Proteja el alma de su gente desde el viernes

Una lección de vida en el ámbito laboral que nunca olvido es que lo que uno hace el viernes, especialmente desde una posición de autoridad, impacta la vida de quienes laboran a nuestro lado de maneras inimaginables y cómo reabastecemos integralmente nuestro ser. He tenido jefes de todo tipo, pero si pudiera dividirlos lo haría en dos grupos: Los que tiene inteligencia emocional y los que no.

Verán, un típico jefe sin inteligencia emocional suele ser profundamente inseguro e infeliz por lo que suele llamar la atención, criticar o atacar a un subordinado el viernes antes de terminar la jornada. Esto hará que la persona afectada pase un miserable fin de semana. 

No obstante, los jefes inteligentes y sensibles usan el viernes para motivar y estimular a la gente a descansar y prepararse para una próxima semana productiva. Tienen claro que todo ser humano necesita reabastecer su alma: mente, cuerpo y espíritu durante el fin de semana.

Por ello, como líder de mi equipo nunca discuto, critico, juzgo o confrontó a nadie los viernes. Me parece que es lo correcto, ya que nuestras palabras y actos construyen mundos o los destruyen.

Prefiero mil veces guardarme una queja o una molestia con un subalterno y esperar a estar tranquilo para actuar con sabiduría y para edificación. Por eso, tampoco contesto correos, ni llamadas telefónicas de trabajo después de las 4 pm y menos los fines de semana.

SEA INTENCIONAL AL ESTABLECER LÍMITES

Necesitamos intencionalmente establecer límites saludables entre nuestro trabajo secular, y nuestra vida familiar. La meta es no vivir de forma compartimentalizada. Tengamos en cuenta que la salud emocional, espiritual, mental y física resulta solo del balance, y este no existe en las interacciones humanas a menos que se establezca y proteja intencionalmente cada día.

La vida compartimentalizada, en cambio,  se refiere a la respuesta psicológica subconsciente o mecanismo de defensa que usamos para evitar disonancias cognitivas, o incomodidad mental y ansiedad causada por tratar de convivir con valores, emociones, creencias en conflicto en nuestro interior. El resultado es la compartimentalización de nuestras emociones, pensamientos, y conductas mediante estancos cerrados que producen eventualmente fracturas en nuestros comportamientos.

Una persona saludable emocional y espiritualmente busca el balance y no se siente culpable por establecer límites saludables entre su trabajo y su vida personal e interior. Cuando no lo hacemos caemos en la defensividad y proyectamos comportamientos conflictivos.

Coincido en que la vida secular y espiritual no deben ser compartimentalizadas, pero para lograrlo debemos desarrollar disciplinas espirituales que nos permitan dar el mejor tiempo a Dios durante el día para obtener la inteligencia, gracia y sabiduría que nos falta.

Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc., CPLC, CSF

COACHING EN TRANSICIONES

lunes, 19 de septiembre de 2022

El mundo es ancho y ajeno pero la vida es breve

"Váyanse a otra parte, el mundo es ancho" declara justificándose un codicioso hacendado que expulsa a una comuna indígena andina de sus tierras en la novela del peruano Ciro Alegría obligándolos a buscar un nueva vida, pero en la jornada descubren que además de ancho "el mundo es ajeno".  

La historia es dramática con visos de tragedia en la narrativa de Alegría.  Pero, debemos agregar que la vida en esta tierra también es extremadamente breve. Se nos permite vivir en promedio 80 años, en el caso de las generaciones nacidas después del 2000 se estima que podrán llegar en promedio a los 100 años. 

Es un mundo ancho, pero extraño o ajeno cuando no podemos encajar, cuando no encontramos como los personajes del novelista peruano una comunidad a la que pertenecer, un propósito por el cual vivir temporalmente sobre esta tierra.

Los primeros quince años los pasamos en la niñez y la adolescencia. Veinte años de nuestra vida entera los pasamos durmiendo en cama. Por cierto, los últimos diez debido a limitaciones físicas. Eso nos deja con alrededor de treinta años para vivir como adultos y contribuir plenamente desde nos encontramos.


De esas tres décadas restantes cerca de la mitad se invierten en comer, y hacer tareas rutinarias como pagar los servicios públicos e impuestos. Entonces, nos restan solo 15 años realmente efectivos, pero si aceptamos las estadísticas de que la persona promedio pasa siete años frente a una pantalla de televisión a diferencia de la población de siglos anteriores nos quedan realmente entre siete y ocho años.


La vida es definitivamente breve aunque el mundo parezca inmenso, pero resulta ajeno si no consideramos que disponemos realmente solo de ocho años para vivir y servir productivamente. ¿Cómo vamos a vivir y servir? ¿Cuál es nuestro plan? ¿Cómo podemos aprovechar el tiempo? En la práctica no hay mucho espacio neutral o gris para elegir.


Escucho a mucha gente, incluidos clientes en mi práctica como coach, lamentarse de la falta de tiempo para prácticamente todo en esta breve vida en contraste con la inmensidad de este ajeno mundo. Sin embargo, nuestra respuesta no parece muy sabia ya que, en un vano intento por controlar el tiempo, adoptamos toda clase de sistemas para administrarlo con la esperanza de que rinda más.


ADMINISTRACIÓN, NO CONTROL


Ni usted ni yo podemos controlar el bien más escaso sobre la tierra: el tiempo, y por supuesto, no podemos alargar mucho nuestra vida. Lo que si podemos hacer es determinar cómo vamos a invertir diariamente el tiempo disponible en nuestra corta vida. 


Ayuda por supuesto descubrir nuestro propósito en esta vida (la respuesta a la pregunta ¿para qué existimos?) pero al final del día son nuestras decisiones las que determinarán si aprovechamos o desperdiciamos nuestro tiempo sobre esta tierra.


No olvide que cada vez que dejamos de elegir, ya hemos elegido uno u otro plan. La indiferencia y la falta de propósito produce solo una vida sin sentido, profundamente vacía, y un altamente ineficiente uso del tiempo. No obstante, el compromiso con un plan y la pasión para ejecutarlo es lo que distinguen la vida de unos sobre la de otros y esto por supuesto afecta dramáticamente como aprovechamos el tiempo o no.


En mis actividades diarias como coach en liderazgo y consultor tengo mucho que incluir en mi agenda, pero con los años decidí ser contraintuitivo dando las primicias de mi tiempo en la mañana al estudio y la meditación mediante una práctica espiritual milenaria llamada “Oficina Diaria“. Invierto cerca de quince minutos cada mañana, de lunes a domingo, para esta disciplina que es tanto mental como espiritual. A primera vista no parece mucho tiempo, pero me ayuda a priorizar y poner en manos de Dios todo el tiempo del que dispongo. He descubierto con los años que el tiempo me rinde mucho mas así.


No obstante, el pensador Henry Thoreau advertía que, “Uno no puede matar el tiempo sin herir la eternidad.” Lo que hacemos cuenta para bien o para mal, e impacta nuestra eternidad. “El que no tiene visión de la eternidad,” escribió el filósofo Thomas Carlyle, “nunca podrá manejar el tiempo.”


Sea o no creyente, dedicar una pequeña porción de cada día a mostrar gratitud por el regalo del tiempo establece una disciplina indispensable para sacar mejor provecho de la vida. Lo que he ganado con esto es que hago menos, pero lo que hago es más relevante y productivo. Un primer paso indispensable para aprovechar el tiempo es postergar lo urgente en favor de lo importante, es decir aquello que es más grande que nosotros y que agrega valor interno a nuestro ser y hacer.


En conclusión, la ruta más productiva es emplear el tiempo real disponible sobre esta tierra para vivir y contribuir plenamente tomando decisiones meditadas y comprometiéndome con ellas. Esto es aprovechar el tiempo, priorizar lo importante y eterno, y vivir conforme al propósito para que el fuimos creados. 


Si queremos que nuestras vidas dejen huella positivamente, la negación o el escapismo no son una opción una vez que hemos abierto los ojos reconociendo con humildad nuestro paso temporal sobre este ancho y ajeno planeta.


Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc., CPLC, CSO

COACHING EN TRANSICIONES

sábado, 10 de septiembre de 2022

Tres Pasos para Cambios Duraderos

Considere, por un momento, como le fue la última vez que trató de cambiar algo importante en su vida, trabajo u organización.   Como muchos líderes, antes de usted, se encontraba embarazado de una idea nueva y convencido de que iba a ser la santa solución para todos sus problemas.

Si la idea se hubiera concretado produciendo el cambio esperado, usted tal vez hubiera sido considerado un Salvador o el héroe del momento. Su vida y la de aquellos que le rodeaban cambiaría para bien y todo progresaría a partir de entonces.

Tal vez usted sea un líder atípico y todo le sale tal y como lo planea, pero si usted es como la mayoría de nosotros lleva a cuestas su propia cuota de fracasos que le han golpeado en su jornada.

Es un hecho incontrovertible, en el liderazgo saludable y efectivo, que, si sus esfuerzos por realizar un cambio no lo acercan al cumplimiento de la visión de su organización, usted sencillamente estará perdiendo el tiempo suyo y el de los demás porque lo más probable es que lo que introduzca fuera de la visión sea anulado, a posteriori, por otro liderazgo.

A casi nadie le gusta ser mediocre en materia de visión, misión y objetivos personales u organizacionales. No obstante, lo bueno es enemigo de lo grande.

Hay excelentes recursos a su alcance hoy en día para manejar el proceso del cambio y obtener excelentes resultados. Están, por ejemplo, los ocho pasos de John Kotter o el modelo de cambio de John Maxwell.

Pero, en lugar de embarcarse en una síntesis puntual de los procesos aportados por esos autores, que usted puede explorar por sí mismo, prefiero compartirle tres pasos básicos que con carácter preventivo le servirán para evaluar cualquier idea nueva, su conveniencia para su organización, así como determinar el efecto que puede tener sobre su visión, misión, objetivos y valores.

PRIMER PASO:  Haga un Análisis FODA

Cuando usted o miembros de su equipo de trabajo o liderazgo proponga una nueva idea, sométala a un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) antes de presentarla ante una audiencia mayor.

Esta es una gran herramienta para ayudarlo a usted y a su equipo a sopesar la idea sistemáticamente y discernir más ampliamente sus potenciales impactos teniendo en mente, durante el proceso, el ADN de su organización, es decir su visión, misión, objetivos y valores.

Cuando usted somete toda idea nueva al análisis FODA, tanto usted como su equipo aprenderán a actuar proactivamente y con disciplina en el diseño de iniciativas centradas en las fortalezas y oportunidades que presenta la nueva idea en lugar de reaccionar antes las debilidades y amenazas internas o externas.ç

PASO DOS: Haga una lista de conversaciones necesarias

Si una vez concluido el proceso de análisis FODA, usted todavía se siente firmemente convencido de los beneficios que esta idea traerá a su organización, el siguiente paso es hacer una lista de las personas con las que necesita tener una conversación para que la nueva idea cale.

Liste los miembros de los equipos y áreas claves, así como de los decisores y personas en posición de autoridad.  Cuando se quiere introducir cualquier tipo de cambio es importante considerar, también a las personas que tienen influencia – ya sea esta formal o no — dado que estas juegan un papel crucial en el éxito de la implantación de la idea.

Asimismo, considere a quienes serán directamente afectados por esta iniciativa de cambio, y cómo se verán impactados.

PASO TRES: Auditoría en Equipo de la Idea

Una vez que complete la lista, agende tiempo para tener una conversación con cada área, equipo y personas de influencia que ha identificado que tienen una relación directa o indirecta con la nueva idea.

Cuando se reúna con cada equipo o persona, el enfoque de la reunión debe ser colaborar con la idea y conocer sus pensamientos realizando un análisis FODA juntos.  En lugar de compartir el análisis FODA del primer paso, haga uno nuevo junto con cada persona clave. Ayúdelos a responder cada cuadrante del FODA considerando a fondo como la idea afectará a su respectivo equipo.

Una vez que complete el paso tres, y tenga seguridad de que seguir adelante con esta idea es lo mejor para su organización, termine este proceso de tres pasos escribiendo sus siguientes acciones para esta semana, el próximo mes, trimestre, semestre o un año a partir de ahora.

TRES ESCENARIOS FINALES

Todo cambio que trate de implantar enfrentará alternativamente uno de los siguientes destinos:

1)   Nunca despegará del suelo porque será visto como un virus o materia extraña y en consecuencia será rechazado.

2)   El cambio será introducido, pero debido a que no se ajusta a su visión, misión, objetivos y valores, conducirá inevitablemente a cambiar nuevamente las cosas más adelante.

3)   El cambio lo acercará a la visión de su organización porque usted comenzó ejercitándose en el discernimiento con base en los tres pasos sugeridos para introducir el cambio.

Los pasos sugeridos para discernir como proceso la conveniencia o no de introducir un cambio son importantes por tres razones principales. Primero que todo, son maneras prácticas de evaluar nuevas ideas que cambiarán su organización. Segundo, proveen un proceso intencional y disciplinado para evaluar en qué medida esas nuevas ideas funcionarán en su organización. Y tercero, con este enfoque se asegurará de filtrar toda nueva idea respetando la visión, misión, objetivos y valores de su organización.

Hasta la próxima

MA. Juan Carlos Flores Zúñiga, CPLC, CSF

COACHING EN TRANSICIONES

Abraza tu destino conociendo tu historia

Nada hay tan humano y poderoso como compartir nuestras historias. Antes que un currículo, o cartas de recomendación lo que me me interesa en...