Cuando aceptamos por falta de autoexamen vivir centrados en el hacer, en lugar del ser, es fácil convertir lo que amamos en activismo y dañar las vidas de aquellos que se supone debemos proteger.
Hace 19 años que empecé junto a mi esposa a equipar y brindar coaching en liderazgo saludables a personas y equipos en hispanoamérica mediante varias organizaciones no lucrativas que establecimos. En retrospectiva me di cuenta hace diez años que no podía mantener el ritmo de trabajo que me propuse inicialmente y no por un problema de edad o salud física.
Me faltaba margen, lo que el investigador Richard Swenson, en su obra “Margen: restaurando las reservas emocionales, físicas y financieras” enfatiza que falta en nuestras vidas saturadas.
Swenson define margen como “el espacio entre nosotros y nuestros límites”. Leí el libro años atrás pero no tome seriamente su consejo en ese momento.
Síntomas de los que ocurría en mi liderazgo hace unos años:
- No dejaba espacio en blanco en mi calendario.
- Llegaba tarde a mi casa casi todos los días.
- Al día siguiente me sentía agotado.
- Desánimo con actividades que amaba.
- No podía relajarme cuando lo intentaba
- Creciente agotamiento mental y físico.
Cuando empecé a identificar estos síntomas, supe inmediatamente que mi liderazgo pronto se vería afectado, eso si ya no estaba siendo impactado.
MÁRGENES SOSTENIBLES
Entonces ¿Qué tuve que hacer para ganar balance y salud en mi vida? Comencé a trabajar intencionalmente en los siguientes siete pasos para la acción:
- Admití que estaba equivocado y que lo que venía haciendo era más como un pecado.
- Compartí con transparencia mi lucha con mi esposa y mi equipo de trabajo.
- Reajusté mi agenda para abrir espacios en blanco, márgenes, al menos dos tardes cada semana para asuntos inesperados.
- Acepté la sugerencia de mi mentor de quedarme un día a la semana en mi residencia para leer, meditar y reposar y así mitigar las interrupciones de la oficina. Esto incrementó exponencialmente mi eficiencia en el tiempo de aprendizaje.
- Tuve que renunciar a ciertas responsabilidades. Teníamos un equipo de trabajo pequeño así que solía poner cargas adicionales sobre mi mismo con frecuencia.
- Tomé la decisión de compartir algunas de responsabilidades o proyectos con algunos de mis colaboradores y aliados los cuales con mucha gracia consintieron en asumir esos asuntos.
- Incrementé el tiempo que dedicaba cada mañana a actividades que alimentaban mi alma como tiempo de silencio, de quietud, y de lectura. Agendé una hora cada mañana para esto. En este sentido me ayudó un video de mi mentor y amigo, Lance Witt, sobre como reabastecer el alma lo que me motivo a ser más intencional sobre mi autocuidado personal.
Todavía trabajo consistentemente cada semana nuestras organizaciones hermanas y otros emprendimientos privados y en mi práctica profesional como coach certificado y amo lo que hago, pero estoy convencido de que he logrado establecer un sendero sostenible, que me permite servir con balance saludable en mi rol.
¿Qué le ayuda a mantener márgenes saludables en su vida y trabajo?
Hasta pronto,
Juan Carlos Flores Zúñiga

