viernes, 18 de febrero de 2022

La Cumbre es Solitaria

El lunes es el día en que los líderes experimentan más ataques. Tanto en el ámbito secular como en el espiritual miles de líderes alrededor del mundo son atacados por la frustración, el agotamiento, la depresión y hasta el suicidio. Resulta paradójico ya que muchos de ellos celebran logros y éxitos en el fin de semana, pero despiertan el lunes como Sísifo empujando la piedra nuevamente desde cero.

Este fenómeno se conoce como SLS, Síndrome del Líder Solitario, porque los líderes a menudo no tienen verdaderos amigos, seguros, confiables, y leales que los comprendan y al mundo en el que sirven. Verán, sólo un líder puede entender a otro líder.

Claro que existen psicólogos, consejeros, y hasta un equipo de apoyo en sus entornos. Pero, solo un líder entiende a otro líder. Cada uno según su especie nos recuerda el libro del Génesis, o “hierro se afila con hierro” en el libro de Proverbios.

En el mundo secular, líderes de empresas e instituciones experimentan la soledad en la cumbre por la autoridad e influencia que conlleva su posición. ¿Por qué? Porque no tienen amigos auténticos. La amistad no es algo que se produce naturalmente, se construye, empezando con la decisión de ser amigo.

Sin embargo, el peso de las responsabilidades sobre otras vidas tanto en el liderazgo espiritual o secular trae consigo una fuerte dosis de soledad. No la soledad donde meditamos y oramos. No la soledad necesaria para buscar el rostro de Dios o adorar íntimamente. Me refiero a la soledad de la posición que, si bien no garantiza liderazgo, acompaña a menudo el mismo. ¿En quién confiar?

No hace mucho, un conocido líder tejano, que impulsa la creatividad en las organizaciones no lucrativas, decía enfrente de su equipo de trabajo que amaba a todos y a cada uno de ellos, pero que no confiaba en ninguno. Explicaba, que todos éramos seres humanos, imperfectos, salvos únicamente por la gracia de un Dios justo y amoroso. Como líder delegaba, afirmaba, y cuidaba de ellos, pero su amistad era primero con Dios y luego con sus mentores y amigos.

Usted y yo necesitamos trabajar en equipo, pero seguimos siendo líderes, por lo que tenemos que tomar las decisiones finales y asumir completa responsabilidad por el éxito o fracaso de estas. Ello requiere madurez, claridad, enfoque, y preparación continua. Su equipo necesita ser liderado, pero ellos nunca serán sus iguales a usted en términos de responsabilidad ya que la visión que mueve su organización, espiritual o secular, le fue confiada a usted como líder, a nadie más.

No necesita hacer todo, pero necesita saber de todo para poder supervisar. Delegar nunca es renunciar. Por ello, la cumbre es un lugar solitario. Necesitamos amigos verdaderos, pero estos se establecen solo con el tiempo, y en un nivel similar de responsabilidad. Líder con líder.

REDES DE COACHING Y MENTORÍA

Mi muy querido amigo y mentor, Dan Southerland, me enseñó años atrás que todos necesitamos mentores, personas que nos digan la verdad con amor, pero claramente. Se trata de personas más maduras que uno, y que han estado en lugares donde aún no llegamos.

Pero, también necesitamos compañeros de jornada que nos ayuden a potenciar lo mejor en nosotros, que nos obligan a auto examinarnos y encontrar balance entre nuestra vida personal y nuestra misión en el mundo, de otra manera nunca seremos saludables emocional y espiritualmente, y no creceremos.

Este segundo grupo es lo que llamo los “coaches“, los preparadores o entrenadores personales. Ellos tienen algunas respuestas, pero su principal papel es ayudarnos a encontrarlas en nosotros mismos y tomar decisiones firmes, de las que rindamos cuentas.

Cuando iniciamos nuestro llamado hace ya casi veinticinco años, no teníamos ni mentores, ni “coaches”. Cometimos errores serios, pero no había quien nos guiará excepto Dios, porque estábamos escribiendo en los márgenes, integrándonos en una revolución, y muy pocos habían transitado esa senda en nuestro entorno. Buscábamos líderes y personas de influencia, pero casi nunca sabían que responder o cómo orientarnos.

En el 2002, conocí a Dan Southerland en California y desde entonces he podido recibir su consejo, aunque la distancia, me llevó a buscar otros mentores, como Lance Witt en el 2008. Esta decisión nunca es fácil, requiere tiempo y humildad, hacer un alto en el frenesí del servicio en que convertimos nuestro quehacer y profesión. A veces somos detenidos de formas incomprensibles. Por ello, necesitamos mentores, pero también “coaches“. Necesitamos, también, un lugar seguro donde compartir, crecer, acelerar la curva del liderazgo y reducir los errores, aprendiendo de otros que transitan por la misma senda.

Por eso empezamos, Coaching en Transiciones en octubre del 2018, porque un libro, una conferencia, o una charla motivacional no bastan para transformar nuestras vidas, el 80% de las personas cambian solo con la ayuda directa y acompañamiento de otros en quienes confían. Desde entonces hemos brindado coaching y facilitado el desarrollo de liderazgo en centenares de líderes en las Américas.

Empezamos Coaching en Transiciones con la convicción de ofrecer un servicio profesional más profundo, mejores recursos, adaptados a nuestras realidades, para los hombres y mujeres que sirven en el liderazgo. En el proceso descubrimos amistades auténticas, y una jornada hacia la madurez que todos compartimos sin importar nuestro origen o circunstancias.

Por qué no hace un alto hoy, y aprovecha este día, para meditar en sus caminos, y responder honestamente. ¿Se siente solo? ¿Tiene amigos verdaderos? ¿En la crisis tiene a quien acudir? ¿Está creciendo? Porque si usted no cambia, si usted no es equilibrado, si usted no es saludable su organización y equipo no podrán serlo.

Juan Carlos Flores Zúñiga, MA, CPLC

COACHING ENTRANSICIONES

viernes, 11 de febrero de 2022

Lo que no se mide no avanza, pero lo que no se aplica se olvida

Cerca del 95% de las organizaciones, lucrativas o no, que brindan formación en liderazgo alrededor del mundo planean aumentar o mantener su inversión actual en el desarrollo de liderazgo, en el contexto de la nueva normalidad, superando anualmente inversiones de $ 366 mil millones de dólares.

Las organizaciones de alto crecimiento se enfocan en mejorar su talento, y eso significa programas mejorados para líderes emergentes. Sin embargo, según empresas consultoras como McKinsey la mayoría de estos programas de liderazgo no logran generar los resultados deseados.

¿Qué impide que el liderazgo se desarrolle en su organización, a pesar de las mejores intenciones de la gerencia (y los consultores de gestión) para cambiar el rumbo?

Según una encuesta publicada por la revista Chief Learning Officer, el 74% de las organizaciones, lucrativas o no, utilizan la capacitación en liderazgo dirigida por un instructor y/o consultor y el 63 % utiliza el coaching ejecutivo para cumplir con el objetivo de desarrollar las siguientes habilidades en sus equipos de liderazgo:

·         Mejorar las habilidades de coaching (una prioridad para el 34 % de los encuestados)

  • Comunicaciones (31%)
  • Compromiso de los servidores y colaboradores (27 %)
  • Planificación estratégica y visión (21%)

Las habilidades blandas en el liderazgo como inteligencia emocional, comunicación asertiva, soluciones creativas de problemas, productividad, administración del tiempo, y manejo de conflictos son fundamentales para el avance de la mayoría de las organizaciones lucrativas o no. Entonces, ¿por qué los programas de liderazgo no funcionan a pesar de la alta inversión de recursos?

Esa pregunta fue el foco de un estudio de McKinsey, que cita cuatro áreas críticas de falla potencial en la capacitación para el desarrollo del liderazgo globalmente.

  1. El contexto supera al contenido: La mayoría de los programas no están diseñados a la medida de las necesidades de grupo o equipo en la organización.
  2. Demasiada reflexión, insuficiente aplicación.  La mayor parte de los programas no incluyen un programa de monitoreo y control posevento.
  3. Subestimar la cultura organizacional. La cultura subyace con sus valores y paradigmas debajo del tejido de la organización y no se puede cambiar de la noche a la mañana.
  4. Lo que se mide, se completa.  Ausencia de métricas con base en indicadores y metas para determinar la efectividad del entrenamiento recibido.

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE TRAS ENTRENAMIENTO

Lo que ha quedado claro es que hacer un seguimiento con los líderes servidores después de la capacitación es clave. Los esfuerzos exitosos de capacitación y desarrollo de cada miembro del equipo brindan una conexión en tiempo real entre el aula y el lugar de trabajo. Sin esta conexión, la mayor parte de lo que las personas aprenden y experimentan en las sesiones de formación nunca se transfiere al entorno de servicio.

Transferencia y Eficacia

Muchas sugerencias para ayudar a nuestros equipos de trabajo a transferir la formación adquirida al entorno organizacional se centran en las acciones y las mejores prácticas que deberían tener lugar antes y durante la sesión de formación de estos. 

Para ello, deben programarse actividades para crear un entorno en el trabajo que fomente la capacidad de los empleados para aplicar lo que han aprendido en los entrenamientos. Las siguientes nueve pautas ayudarán a sus colaboradores y equipos a transferir los conocimientos adquiridos en las sesiones de formación a sus áreas y posiciones en la organización.

Nueve pautas para empezar a mejorar:

1. Trabaje con el supervisor para asegurarse de que la persona que asistió a la capacitación tenga la oportunidad de practicar las nuevas habilidades. Por ejemplo, si un grupo asiste a una capacitación sobre cómo llevar a cabo una reunión eficaz, cada persona debe programar y realizar una reunión dentro de una semana de la capacitación. Esto no es para fomentar más reuniones, pero con la práctica frecuente, las personas tienen la oportunidad de aplicar su aprendizaje rápidamente después de la sesión de capacitación de empleados.

2. El proveedor de capacitación, el aprendiz y el supervisor deben comprender que cada intento de aplicar la capacitación en el trabajo implica una curva de aprendizaje. La persona que asistió a la capacitación para empleados necesita tiempo para que las nuevas ideas, habilidades o pensamientos se asimilen o se asimilen y conecten con lo que ya saben y creen.

3. Vincular estrechamente los objetivos de desarrollo de los empleados con un proceso de desarrollo y gestión del desempeño de toda la organización. Esto permite al empleado participar en el establecimiento de las metas. El sistema ayuda a generar responsabilidad para el seguimiento y el aprendizaje. Este punto no puede enfatizar lo suficiente este vínculo. La formación de los empleados que se proporciona como parte de un panorama más amplio, tan importante para el desarrollo y el progreso de un miembro del personal, es la formación más útil en el trabajo.

4. El aprendiz debe trabajar con su supervisor para planificar la capacitación o entrenamiento adicional necesario en base a su experiencia de aplicar el aprendizaje en el trabajo. La retroalimentación de 360 ​​grados tanto de los pares como de los supervisores, formal o informalmente, puede ayudar al individuo a evaluar el progreso y la asistencia necesaria.

5. Prueba no es una palabra favorita en el lugar de trabajo, pero probar la aplicación de la capacitación después de las sesiones de capacitación, a intervalos establecidos, puede ayudar con la transferencia. En una empresa cliente, los miembros del personal están desarrollando un proceso de prueba que certificará a los empleados como capacitados en un proceso de trabajo en particular. Se planifica una reevaluación periódica, junto con la rotación de puestos, para garantizar que todas las personas realicen cada uno de los procesos de trabajo con regularidad.

6. Como parte de la mayoría de las sesiones de capacitación para empleados, los participantes reciben manuales de capacitación, recursos de capacitación y ayudas para el trabajo, y una bibliografía de fuentes de información adicionales. La persona que asistió a la formación debe hacer uso de todos estos materiales para reforzar su aprendizaje. Facilite el acceso, si es posible.

Una tendencia en las organizaciones y en la capacitación que es emocionante es que las personas que asisten a las sesiones de capacitación para empleados reciben libros además de los materiales de capacitación. Unidades de trabajo enteras compran el mismo libro y lo leen juntos y celebran reuniones de debate, a menudo llamadas clubes de lectura de empleados.

En un centro de salud, por ejemplo, todos los miembros de la organización vieron cintas de una conferencia nacional durante el tiempo de trabajo. Una máquina de palomitas de maíz anticuada proporcionó un incentivo positivo para que las personas se sintieran bien al asistir a las sesiones de capacitación de empleados.

7. Uno de los métodos más efectivos para reforzar el aprendizaje es establecer una “norma” dentro del lugar de trabajo de que se espera que cada persona que asiste a una capacitación para empleados o una conferencia capacite a otros, comparta los materiales de capacitación y la experiencia de aprendizaje, a su regreso. Es una forma de garantizar que las personas que asisten a la capacitación de empleados dediquen una cantidad significativa de tiempo a comprender y aplicar el material. Una de las mejores medidas de aprendizaje es la capacidad de enseñar a otros.

8. Proporcionar al personal de supervisión ayudas para el trabajo o lecciones de seguimiento y lecturas breves para reforzar y apoyar los conceptos de capacitación con los empleados en el trabajo. El personal de capacitación puede proporcionarlos como parte de los materiales de capacitación y puede co-facilitar hasta que el supervisor se sienta cómodo realizando la capacitación de los empleados. El objetivo es animar a los supervisores y compañeros de trabajo a formarse unos a otros.

9. Después de la capacitación de los empleados, las personas que asistieron pueden formar una red informal de apoyo y aliento. También es útil asignar un compañero de entrenamiento en la sesión. También es valioso revisar las expectativas de la red y del socio de capacitación en la sesión.

El entrenador puede facilitar este proceso de seguimiento de la formación de los empleados. En estos días de comunicación electrónica, las personas pueden compartir un foro, una lista de correo electrónico o un chat en línea semanal, así como reunirse en persona.

Si implementa algunas de estas nueve estrategias podrá dar seguimiento a la capacitación a quienes sirven con usted para así garantizar la posibilidad de que los aprendices transfieran la capacitación del aula al entorno laboral.

La meta claramente es desarrollar entornos productivos y entusiastas en los que las personas continúen creciendo y desarrollándose como un servicio tanto para los empleados como para las organizaciones. 

A mi me suena como una inversión de tiempo beneficiosa para todos.

Hasta pronto,

Juan Carlos Flores Zúñiga

COACHING EN TRANSICIONES

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Nada hay tan humano y poderoso como compartir nuestras historias. Antes que un currículo, o cartas de recomendación lo que me me interesa en...